Registro Fonológico Inducido (RFI)

Hi!

Hoy quería hablaros de algo que a mi me trajo de cabeza los primeros años que trabajé como maestra de AL. Veréis… en la carrera y prácticamente en cualquier curso de formación os dirán que, para intervenir, primero hay que hacer una evaluación exhaustiva del lenguaje para saber exactamente dónde intervenir. También es posible que os hagan una lista de pruebas que podéis usar para hacer la evaluación según el aspecto que queráis valorar.

Buah, qué bien… ¿verdad? No, que no os engañen. Por mucho que os hagan una lista y os digan que una prueba sirve para un aspecto lingüístico o un rango de edad determinado, lo que no te cuentan es que las pruebas, por lo general, son carísimas y que en la mayoría de escuelas no hay presupuesto para comprarlas. ¡Ah! Pero los millenials somos muy ingeniosxs para eso, googleamos la prueba y buscamos donde descargarla. ¡Já! ¿Quién ríe ahora? Pues no no, eso tampoco vale. Las pruebas en cuestión son difíciles de encontrar hasta por internet y seguramente os pasará como a mí: ¿cómo convencer a tus compañerxs del equipo de apoyo para invertir en una prueba del lenguaje que “será muy útil y a la que le sacaremos mucho provecho” cuando no tenemos ni idea de cómo es la prueba por dentro? ¡Ah! Y otra cosita… si miro en las páginas de instagramers AL’s para ver qué pruebas recomiendan, ¿de cuál me fío más? (porque no siempre recomiendan las mismas pruebas). Probablemente, no puedo responder a estas y otras dudas que os puedan surgir… Siento deciros que a día de hoy aún tengo dudas con algunas pruebas.

He pensado que, ya que no he podido ver todas las pruebas que me gustaría (sí que he podido acceder a algunas de las más habituales), podría ir dedicando algunas entradas del blog a explicaros cómo son en realidad, qué materiales necesitan, si vale la pena comprarlas o no,… en fin, si os las recomiendo o no. Para ello, voy a empezar por una de las más conocidas, quizá una de las más habituales: el Registro Fonológico Inducido de la Editorial CEPE (también conocido como RFI).

El RFI es obra de Adoración Juarez Sánchez y Marc Monfort. Quizá sea una de las más habituales porque es de las más baratas que hay en el mercado, suele rondar los 27-30€ y podéis comprarla directamente en la página de la editorial.

A continuación, os dejo una serie de preguntas resueltas sobre la prueba:

¿Qué objetivo tiene?

Consiste en evaluar la producción fonológica de nuestrx alumnx, en expresión inducida (de ahí el nombre de la prueba) y en repetición.

¿En qué consiste?

Nuestrx alumnx va denominando los dibujos que aparecen en las diferentes tarjetas y, si produce algún error, se repite la palabra correspondiente. El adulto va anotando la producción en la hoja de registro.

¿A qué población va dirigida?

A alumnxs de entre 3 y 7 años.

¿Qué materiales la componen?

Está formada por un manual, una hoja de registro y 57 tarjetas con dibujos.

¿En qué idioma/s está?

En castellano.

¿Qué ventajas le veo a la prueba?

• Es una prueba económicamente asequible.

• La prueba consiste en una tarea muy sencilla de comprender y realizar para nuestrxs peques.

• Nos da mucha información.

¿Qué inconvenientes le veo a la prueba?

• Si la compráis, solo os viene con una hoja de registro, por lo que si la queréis usar más veces tendréis que fotocopiar la hoja o descargarla en internet.

• Es una prueba que se centra únicamente en un aspecto del lenguaje (fonología).

• No nos sirve para toda la etapa de Educación Primaria. El rango de edad es des de el segundo ciclo de infantil (3-5 años) y para el primer curso de primaria (según nuestrx alumnx, quizá hasta segundo) (6-7 años).

Tuve la suerte de poder ver la prueba por primera vez en un colegio, por lo que pude usar el material original de la prueba (a excepción de la hoja de registro, que era una fotocopia). Yo, sinceramente, os recomiendo que, si no la habéis usado antes, elaboréis el material necesario y cojáis imágenes de un banco de imágenes (ARASAAC, Flaticon, Icon-Icons,…). ¿Por qué? Pues porque si luego resulta que la prueba no os convence, no habréis gastado un dinero de la escuela (que ya sabemos que suele ser más bien escaso) en un material que se va a quedar guardado en un armario. Eso sí, debéis elaborar el material, lo más parecido posible al original para no interferir en el resultado. Por ejemplo, si las tarjetas son con un fondo blanco liso, no pongáis un fondo de color estampado (ya que eso podría distraer a nuestrx peque).

Después de buscar durante bastante tiempo, encontré por Internet la siguiente hoja de registro. Alguien la elaboró con un procesador de textos y es muy legible (ya veréis que si buscáis la original por Internet, serán documentos escaneados o fotografiados que han perdido calidad y están borrosos, a veces incluso ilegibles). No encuentro el nombre del autor o de la autora, si alguien lo sabe, please, que me lo diga para poder citarlx. Os la dejo aquí:

Hoja de registro – RFI

Por otra parte, utilicé imágenes de ARASAAC y de Internet para elaborar las tarjetas. Sintiéndolo mucho, no os las voy a compartir, pues no tengo derechos ni permisos para hacer difusión, pero os aseguro que es un material muy sencillo de elaborar, si realmente lo necesitáis. Al fin y al cabo, lo difícil es saber qué palabras necesitáis realmente (y eso lo sabréis con la hoja de registro 😉 ).

Una vez más, espero haberos sido de ayuda. ¡No dudéis en preguntar cualquier cosa!

Un abrazo fuerte,

Tinnkerie