Sabe más el diablo, por viejo que por malo
Hi!
Hoy os voy a hablar de un material que, tristemente, tuve que empezar utilizar. Sí, tristemente, ahora os explico por qué.
El material del que os estoy hablando es un marcador. En este caso, os hablo del Sello Abecedario de la marca Mine (Compré el marcador en Carrefour, pero también lo podréis encontrar en la tienda oficial y en Amazon). Se trata de un marcador que te permite escoger el mensaje a sellar, ya que incluye una cajita con todas las letras (con y sin acentos), números, varios signos de puntuación y textos frecuentes (como: “.com”, “.es”, “e-mail”); y unas pinzas para colocar las pequeñas letras en el texto del sello.
Este modelo en concreto también incluye la tinta, que sirve para marcar tanto papel como ropa. En la página oficial del producto dicen que la tinta llega hasta unas 1000 aplicaciones. Yo tengo un modelo más antiguo, pero la verdad es que llevo años usándolo (y creedme si os digo que le doy mucho uso) y aún no la he agotado.
Volviendo a lo de “tristemente”… ¿Por qué comencé a usarlo? Yo, como buena novata, empecé a prestar algunos de mis materiales a diferentes compañerxs de los coles por donde iba pasando. Y, claro, como novata que fui, pequé de pardilla. Sí sí, has leído bien: de pardilla. Se me ocurrió confiar en la buena fe de la gente y como tal, pues pringué. Por todxs es sabido que a la mayoría de maestrxs nos encantan los materiales y más cuando les sacamos mucho partido, ¿verdad? Pues mi “pardillez” consistió en que muchos de mis primeros materiales jamás los recuperé porque, claro, a mi no se me había ocurrido ponerles el nombre y así poder demostrar que esos materiales los había hecho yo y eran de mi propiedad. Así que me quedé sin ellos. Como dicen por ahí “sabe más el diablo, por viejo que por malo” y aprendí la lección. Desde entonces me compré este bonito marcador y les pongo sello a todxs lxs materiales (tanto de creación propia como los que solo son descargo por internet y me mato a recortar, plastificar y volver a recortar).
Os puedo asegurar que no me ha vuelto a pasar jamás y que fue una lección bien aprendida. Por supuesto, siempre encuentro a alguien que te dice aquello de: “qué exagerada”, “tienes muy celosos tus materiales” o “te encanta tu nombre”, pero la verdad es que prefiero escuchar eso a tener que invertir horas y horas en un material de las que se va a beneficiar otra persona y después tener que volver a invertir esas horas en rehacer ese material.
En serio, de verdad, os lo recomiendo. Además, si alguien encuentra por ahí algún material vuestro, si lleva el nombre es más fácil que os lo devuelvan (dicho sea: no todas las personas se dejan llevar por la tentación, también las hay de altruistas 😉) ¡Ah! Algunxs me han recomendado etiquetadoras más pro, pero ningún modelo en concreto. ¿Me recomendáis alguna?
Un saludito,
Tinnkerie
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