Mis experiencias en las Oposiciones
¡Holiwi!
Hoy quería contaros cómo fueron mis dos experiencias en las opos, aunque alguna cosilla ya sabéis jejeje
La primera vez que me presenté, tuve muy poco tiempo para prepararlas porque por aquel entonces daba clases de refuerzo escolar por las tardes. Como mucho, podía dedicar algunas horas del fin de semana. Ya me conocéis, soy muy perfeccionista, así que me autoexigí muchísimo y además conseguí cumplir con todos los objetivos que me había marcado a mí misma: confeccioné los temas, hice la programación, estudié e incluso elaboré materiales para la defensa oral.
Debo reconocerlo, cuando lo pienso aún me siento decepcionada de mí misma e incluso avergonzada... No pasé del primer examen escrito, las notas que saqué fueron las más bajas que he sacado en toda mi vida. Si os soy sincera me hundí muchísimo porque si en algo he destacado siempre es por tener buena capacidad para estudiar, esperaba quizá fallar en la defensa oral (soy muy tímida y cuando hablo en público me pongo muy nerviosa, es algo que desde pequeña me pasa); y, claro, lo de suspender un examen escrito fue horroroso para mí. Bueno, en resumen os diré que pensaba que había sido una muy mala experiencia y me quedé con muy mal sabor de boca. Con el tiempo, me he dado cuenta de que en realidad aprendí muchas cosas, como por ejemplo, que las oposiciones son una carrera de fondo y que hay que trabajar constantemente e ir mejorando poco a poco. Y, no, no os digo mejorar por mejorar, ya os hablo de un crecimiento personal y profesional, de ir mejorando capacidades y destrezas que tú mismx consideras que debes trabajar.
Pasemos a la segunda vez que me presenté. En esta ocasión, aprobé toda la parte de oposición (¡OJO! Defensa oral incluida), pero no tuve suficientes méritos para conseguir plaza. Para que os hagáis una idea, se ofrecían 24 plazas y quedé la 29, más o menos. Quedé cerca y estoy orgullosa de ello, pero hay que reconocer que una p***** no conseguir plaza habiendo aprobado (¡CON LO QUE CUESTA!).
Como todo en la vida, me sirvió para aprender muchísimo. En esta ocasión, me notaba mucho más preparada y segura y creo que mejoré muchísimo en comparación con la vez anterior. A la vista está en los resultados que obtuve. Aún así, creo que personalmente me sentía mucho más segura y había mejorado en muchas cosas que yo era consciente de que necesitaba mejorar. Además, tuve la experiencia de la defensa oral y como en la vez anterior, creo que ya se me ha quitado un poco ese "miedo" de la primera vez.
Gracias a que entre la primera y la segunda vez reflexioné muchísimo sobre lo que había hecho mal y qué necesitaba mejorar en la segunda convocatoria, hice un cambio en mis objetivos durante el estudio, en la forma de estudiar, en los momentos para ponerme. Incluso dejé algunas cosas, como el refuerzo escolar, porque no llegaba a todo y solo me generaba estrés a mí misma.
La conclusión que he extraído durante todo este tiempo es que todo se puede conseguir dedicando tiempo, esfuerzo, trabajo y constancia. Seguro que si aplicáis estos conceptos en vuestra propia experiencia, os serán de utilidad.
En realidad hoy os he contado todo esto para que no os desaniméis tanto como me pasó a mí, pues suspender las oposiciones o aprobar y no obtener plaza no os define como buenxs o malxs docentes. Al fin y al cabo las oposiciones son una pequeña versión reducida de "Los juegos del hambre", y eso no implica que vosotrxs no podáis incluso ejercer esta preciosa profesión mucho mejor que como lo haría un/a funcionarix de carrera. No lo olvidéis nunca:
UN EXAMEN NO TE DEFINE COMO DOCENTE.
Valéis muchísimo, salid a demostrarlo.
Espero que os haya gustado esta semana temática dedicada a las oposiciones. No dudéis en preguntarme cualquier cosita por aquí o en mis redes sociales.
Oposaluditos,
Tinnkerie
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